¿Qué edad tienen las personas que recurren a este servicio?
-Atendemos a jóvenes desde los 12 años y lo planteamos hasta los 35. Está claro que los momentos vitales son diferentes para una persona de 12 que para una de 35 y las demandas que nos llegan no tienen nada que ver, porque el momento vital define mucho qué es lo que preguntan, cómo lo preguntan, cómo contactan, cómo se habla con ellos… Pero cuando decimos jóvenes no estamos hablando de que ellos viven en una isla y no se relacionan con el entorno, ellos viven en una sociedad donde hay unos padres, si los hay, educadores, profesores, abuelos… Hay un entorno y este servicio es abierto y entran todos ellos. Realmente trabajar con todo lo que rodea a la juventud es beneficioso para ellos. Algunas veces juntamos a las familias o los profesores.
¿Los jóvenes hablan de sexo con sus padres?
-Cuando nosotros estamos con los padres, cuando acudimos a los colegios con los programas de educación sexual, cada vez se tiende más a buscar la manera de hablar más sobre ello, de que ese tema sea natural. Sí hay unas ganas. Y con el tiempo se ha ido ganando un cierto terreno. Pero nadie habla de todo con sus padres. Ni los padres con sus hijos. Hay que abrir vías de comunicación porque los padres son agentes de ayuda para sus hijos y, en este tema, también. Para ello hay que estar dispuesto a que si me preguntas, yo recojo lo que me planteas. Abrir esas vías de comunicación está bien y sí se ha avanzado en ello, pero falta aún camino por recorrer.
¿Qué dudas les plantean los jóvenes de manera más habitual?
-Depende mucho de la edad. Por ejemplo, de 20 para arriba te pueden llegar muchas cosas que tienen que ver con noviazgos, parejas, rupturas… incluso temas de insatisfacción en las relaciones eróticas. En el caso de jóvenes de 12 a 16 años, los contactos suelen ser más por vía telemática y habitualmente suelen ser preguntas de qué es esto, qué es lo otro… También puede darse el caso de que te pregunten si se han podido quedar embarazadas, cómo se sabe si ha funcionado el preservativo… Las enfermedades de transmisión sexual son otro de los temas. Luego también sucede que hay muchos casos de gente que no se siente a gusto consigo misma, que no le gusta su cuerpo, la autoestima suele estar tocada y en algún extremo nos puede llegar una chica que tiene problemas con la alimentación. Otros casos son de gente que nos está contando que no tiene claro si le gustan los chicos o las chicas, o que reconoce que es homosexual y no sabe qué hacer ante ello...
O sea, más allá de resolver dudas, Leihosex es un fuerte apoyo psicológico…
-Aquí está el concepto de qué entendemos por sexo, porque no se trata de lo que hacemos con los genitales. Como chicos y chicas que somos, vivimos la sexualidad y eso hace que nos relacionemos con otros, pero no se trata de lo que ocurre cuando ya estás en una relación, sino cómo llegamos a ella, cómo me siento conmigo mismo, etc. Porque las relaciones suelen generar preocupaciones cuando uno no está seguro consigo mismo. Realmente recurren a nosotros personas que no se sienten satisfechas con algo y hay que hacer un proceso. Habitualmente son cortos. Tratamos de solucionarlo en pocas sesiones.
Es decir, que en algunos casos la atención se extiende en el tiempo.
-Lo que les trae habitualmente se puede solucionar en pocas sesiones, pero eso no quiere decir que sea en poco tiempo, porque las sesiones se pueden espaciar. Depende del caso. Pero al fin y al cabo, lo que queremos es que se solucione cuanto antes, teniendo en cuenta que todo el tiempo que necesite la persona se lo vamos a dar.
¿Recurren a la asesoría más chicos o chicas?
-No he encontrado diferencias. Igual puede haber momentos en los que vienen más chicos o chicas, pero en general, es similar.
¿Ha notado cambios respecto a las consultas que le realizaban en el inicio de este servicio, en 2007, a las de ahora?
-No. Más o menos, estamos en el mismo sitio. Es verdad que en la sociedad existen muchas más imágenes eróticas, que el erotismo está más presente, pero eso no quiere decir que se hayan roto todos los tabúes, que nos hayamos quitado pesos de encima con el tema de la sexualidad. En algunos casos puede que sí, pero en otros, tal vez no. Siempre he pensado que las ideologías se desarrollan rápido, pero la actitud que cada uno tiene ante las ideas es otra cosa; las actitudes necesitan más tiempo para cambiar. En ciertos aspectos del ámbito de la sexualidad se va cambiando, pero queda camino aún por recorrer.